
El test de microbioma te permite conocer los microorganismos de tu piel y saber si son lo suficientemente variados y equilibrados para mantener su salud.
El microbioma es el ecosistema de bacterias, hongos y virus que conviven en nuestra piel. Un microbioma sano y equilibrado es un escudo contra los gérmenes, previene la sequedad, mejora la salud de la piel y regula nuestro sistema inmunitario. Cuanto más diverso sea el microbioma, más sana, resplandeciente y joven estará tu piel.
Con los resultados de nuestra prueba de microbioma podrás tener una evaluación de la salud de la piel basada en la proporción de bacterias beneficiosas o dañinas. Te daremos un informe detallado en donde podrás conocer tus niveles de hidratación, sensibilidad, elasticidad y pigmentación envejecimiento cutáneo.
Y lo más importante: te diremos qué productos son los que tu microbioma necesita para estar sano y equilibrado; te aconsejaremos una rutina de cuidados y te diremos qué alimentos tomar para que tu piel esté sana y radiante.
El microbioma
de la piel
Actualmente, el interés por el microbioma de la piel es uno de los principales focos de estudio de las industrias cosméticas y dermatológicas. A raíz de esto, se han estudiado y desarrollado productos con componentes que interaccionan con él, con el objetivo de generar un beneficio para la piel. Entre ellos se destacan los productos formulados con prebióticos, probióticos y postbióticos.
En los últimos años el estudio del microbioma de la piel ha sido de gran interés para las industrias cosméticas, y se ha establecido una nueva estrategia para desarrollar productos que sean lo más amigables posibles con el microbioma, buscando contribuir a su equilibrio y lograr así conseguir los beneficios estéticos deseados.
Cuida tu microbioma para cuidar tu piel

Nuestro estilo de vida impacta directamente en las características de nuestro microbioma cutáneo. Cuando el microbioma se altera o desequilibra, se refleja en nuestra piel. Es un círculo vicioso que se puede modificar llevando un estilo de vida saludable, cuidando de la piel con productos adecuados e hidratándonos correctamente.
Recuerda que para cuidar el microbioma de tu piel es fundamental mantener una dieta equilibrada, una correcta hidratación e higiene de la piel, y practicar ejercicio regularmente
Estilo de vida saludable

Una alimentación rica en frutas, verduras y grasas saludables, junto a la práctica de ejercicio físico y a una óptima hidratación contribuyen a que tu cuerpo disfrute de un mayor bienestar.
Al mismo tiempo, es necesario evitar los episodios de estrés, la contaminación ambiental, el tabaco y el consumo excesivo de alcohol.
El estrés puede ser un factor desencadenante de algunas alteraciones de la piel, ya que pueden generar cambios en la microbiota cutánea. Dormir lo suficiente y estar relajado ayuda a tener una piel resplandeciente.
Para tener un microbioma equilibrado conviene, además de llevar una dieta saludable, incluir probióticos en tu alimentación. Los probióticos son alimentos fermentados que aportan bacterias “buenas” de forma natural.
Ciertos fármacos como los antibióticos acaban también con gérmenes que integran la flora cutánea y pueden, por tanto, alterarla ocasionando, el crecimiento de bacterias u hongos indeseables. Utiliza siempre los fármacos bajo prescripción médica y según las pautas y dosis que se te indiquen.

Cuidados de la piel respetuosos con el microbioma
El uso de productos de limpieza y cuidado específicos ayuda a reparar, restaurar y proteger la piel frente a los agentes externos. Pero también es posible que las cremas, cosméticos, protectores solares, y otros productos de higiene dañen el equilibrio natural de la piel y su microbioma.
Estos productos suelen estar compuestos por tensioactivos que, debido a su agresividad, no solamente alteran el número de bacterias, sino también su relación con otros microorganismos y con las células de la piel. Por eso es importante utilizar productos de limpieza respetuosos con el microbioma y evitar los que incluyan químicos (como los parabenos, las siliconas, los sulfatos) para que piel no pierda su equilibrio.
Como nuestra piel tiene un pH cercano a 5, tenemos que elegir productos de higiene que la respeten y protejan, limpiándola con tensioactivos suaves, activos regeneradores y aceites naturales para mantener la piel hidratada incluso tras un uso frecuente. Todos los productos con un valor de pH5 proporcionan una limpieza delicada y efectiva, que protege el microbioma y mantiene la barrera de la piel.
En cambio, los tensioactivos agresivos atacan el equilibrio entre la piel y el microbioma. Por un lado, estos tensioactivos pueden alterar el equilibrio bacteriano y, por otro, la piel se reseca y su función de barrera se ve alterada. Esto se traduce en que tanto patógenos como alérgenos pueden penetrar en la piel con más facilidad, aumentando su sensibilidad.
Es importante que las duchas sean breves y que el agua esté templada y no caliente. No uses esponjas o guantes de crin, que pueden agredir la piel y son, además, fuente de contaminación microbiana. Cuando te seques, evita una fricción excesiva, ya que podría eliminar de tu piel los microbios beneficiosos, además de poder causar micro-desgarros en los que pueden proliferar microorganismos nocivos. Por ello, es mejor que lo hagas suavemente y a golpecitos.
Y aunque posiblemente ya sepas lo importante que es proteger tu piel del sol, es importante insistir en que es fundamental utilizar protección solar durante todo el año y evitar la exposición intensa a las radiaciones solares .
Hidratación adecuada

Es imprescindible que te hidrates correctamente. Una adecuada hidratación es esencial para la salud y el bienestar: toda célula del cuerpo humano necesita agua. En relación con la piel mantenerla hidratada es importante por varias razones:
- Mantiene la elasticidad de la piel: la piel hidratada es más capaz de retener su elasticidad natural, que puede reducir la aparición de líneas finas y arrugas.
- Mejora la textura de la piel: la piel deshidratada puede parecer áspera, escamosa y sin brillo. Mantenerla hidratada puede ayudar a mejorar su textura, haciéndola lucir más suave y radiante.
- Reduce la sensibilidad de la piel: la piel seca suele ser más sensible y propensa a la irritación y el enrojecimiento. Hidratarla puede ayudar a reducir estos síntomas y mejorar la comodidad general de la piel.
- Apoya la función de barrera de la piel, que ayuda a protegerla de los factores estresantes externos, como los contaminantes y las bacterias. La piel hidratada puede mejorar su función de barrera y prevenir daños.
- Ayuda en la cicatrización de heridas: la piel hidratada puede curarse mejor de cortes, moratones y otras lesiones.
En general, la hidratación es un aspecto esencial del cuidado saludable de la piel y puede ayudar a que luzca y esté lo mejor posible.
Un capítulo aparte merece la elección de los productos que escojas para cuidar la hidratación de la piel. Es fundamental que tengan activos calmantes, hidratantes, emolientes, regenerantes y que, en definitiva, sean respetuosos con el microbioma de tu piel.